Desesperanza
Cunde la desesperanza, el viento
ha cambiado de dirección
sigue el silencio
las acciones de los vecinos son más lentas
las rutinas del confinamiento se han asentado.
Los datos son agotadores en la cabeza del matemático
tendencias y análisis, curvas predictivas
nadie garantiza nada aún
por más que sepas el destino y el final lejano
de la restricción de movimientos.
Cada cual encuentra su lugar en sus tareas
el placer en cada pequeño acto diario
la poesía de amasar el pan autosuficiente
los rayos de sol buscados con ahínco en la ventana.
Hay menos llamadas, más interiorización del encierro
demasiados caminos por recorrer dentro de cada cual
mundos que manteníamos ocultos
o enterrados por la vorágine aleve de la vida.
La curva de la esperanza obedece ciega
a los canales de comunicación mediáticos
a las estrategias políticas diseñadas por psicólogos
a las luces que puedan aparecer lejanas en el túnel.
La crueldad poética del mes de abril
pondrá a prueba la resistencia cómoda del hogar
del que quizás no querremos salir en un tiempo
descubiertas las musas del bello reposar.