Palabras en la pared
Unas palabras en la pared, cuatro versos,
el poema en el poema,
el río y la pequeña muchedumbre
que se acerca a mirar o a leer,
sin devoción ninguna.
Palabras insignificantes, lectura;
el carrizo quebrado por la crecida
silabea en la corriente del Duero.
Un violín desgrana notas mozárabes,
de cantiga o de canción de ausencia.
La fuerza del deseo en la pared blanqueada,
autor y lector, apenas una sombra:
has visto el sexo del pato salvaje
y ahora desprecias la geometría de su avance.
¿Qué importa el ángulo, el color del agua
o el vórtice de su nado?
Una señora se acerca y susurra escéptica
el hermetismo de tu poema,
el abrupto final se prolonga en su mente
como un microrrelato abierto.
No asimilas todos los versos que son leídos,
voces magníficas, arte y oficio;
más tarde, en alguna fotografía, descifraras
los pequeños detalles poéticos.