Soledad
El canto de los pájaros es indescifrable aún,
se llamarán, expondrán sus virtudes
como un pavo real que muestra su esplendor.
El mar, la marisma, una barca solitaria,
anclada en medio del fango
que deja la marea al descender en la bahía.
Camino por la acera de sol, tiendas y reclamos,
una cola de jóvenes esperando su turno
en un concepto comercial que no comprendo.
Velocidad de las nubes, transatlánticos blancos,
densidad incógnita salvo por el parte meteorológico,
hoy no lloverá, podré ver el sol entre las formas cambiantes.
Una casa abandonada, las plantas
fueron elegidas, cuidadas, observadas, contempladas,
quizás sobrevivan un tiempo, a otras miradas, a otra luz.
La elevación al meditar me convierte en un punto,
una sombra cenital, la irrelevancia de una hormiga,
intrascendencia suma entre anclajes sociales.
Belleza y esa tela de araña que has ido construyendo,
con la que te alimentas de unas páginas borrosas,
mientras compartes luz, reflexiones y evanescencia.