Cuando todo pase
No hay lilas, ni abril desde mi encierro,
todo el mundo anda pensando
en como será la nueva normalidad,
tomo el sol a ratos en la ventana
mientras leo versos en inglés
las margaritas que fueron cercenadas la semana pasada
vuelven a brotar desde sus semillas.
No hay espárragos para recolectar
o están todos pero florecerán a su aire
la mano del hombre no llega ahí
no hay abrazos entre amigos
ni apenas olores de primavera.
En algunos momentos ves imágenes terribles,
escuchas las risas de los niños
que juegan con otros niños en la distancia,
es la magia de la vida, el ocio de la novedad.
Un predicador está solo en su aula,
un vendedor de mercancías inusables
se lamenta en la medianoche en programas basura,
no hay teatro en la hierba, ni excesos,
la noche ha dejado de ser un camino oscuro.
La comida te atrae como un imán,
los gestos comunitarios, los aplausos, los saludos,
perdida la primavera quizás te encuentres a ti mismo,
uno y trino, múltiple, inabarcable para ti mismo,
eres un ser silente unas veces, otras obstinado,
y las más transmites opiniones que no son tuyas.
Puedes seguir con tu poema en inglés,
con esa rutina intelectual que te has montado,
ofrecer tu mejor cara a los que te sufren cada día,
salir del confinamiento con ansia de vida, de luz
de energía para compartir y disfrutar.
No hay paseantes solo para ti, para tu mirada,
todos llevan ahora un propósito utilitario,
la cadena pesa pero no ahoga,
molesta el ruido de una máquina o un coche
que no debería de estar circulando.
No puedes sumergirte en el silencio de una piscina
ni observar las aguas del río
solo ves a través de los ojos de las cámaras
hueles a través de tus recuerdos
y sientes pieles amigas en un universo paralelo
al cual ansías volver cuando todo pase,
sea esto cuando sea.