
La edad de cabalgar
Su torso es un junco dorado
Y tú te enredarás en él.
Cristina Rosenvinge. Canción de Boda
La edad de cabalgar, que nada te detenga,
que los músculos sigan siendo flexibles
y las dudas por el futuro se disipen,
que la escalera vital no sea tan ardua
justo en el cénit de tu energía física y mental.
Que la inconsciencia no te la juegue,
atesora una Odisea de experiencias
al modo de Cavafis en Ítaca,
que te sea dado atisbar un puerto griego al amanecer.
Que antes de las graves obligaciones
aprendas a amoldar tu espíritu,
a respetar la debilidad y también la inteligencia.
Que en esa edad de cabalgar disfrutes
como ese dios que oye la risa y la voz
de quien solo para él abre su manto de intimidad.
La edad de cabalgar es atropellada y veloz,
inconsciente y etérea,
crearás en ella la fuerza y la habilidad
para estirar el arco y atravesar las hachas.
















