
Emoción: voces radiofónicas
Historias que llenan de belleza la mente
y de ilusión el espíritu:
Almodóvar en el festival de Donostia,
Joni Mitchell en la voz de Use Lahoz.
Se eriza el pelo de los antebrazos,
entra en tromba el deseo de leer,
de visualizar, de tirar de hilos eruditos,
de escuchar canciones o ver películas.
Las voces radiofónicas son preciosas,
evocan rostros que no conozco,
personalidad, carácter, tolerancia,
la intensidad con que hacen su trabajo
y, –al igual que el arte–, transmiten emoción.
La cultura sobrepasa y silencia la noticia,
la desgracia que tantos adeptos tiene,
el cúmulo de desastres humanitarios
pobladores de audiencias millonarias.
Inflexiones trabajadas, mucha labor previa,
estudio infinito y profesionalidad,
la creencia pura en la divulgación seminal,
en todo lo que nos humaniza y eleva.
La sutileza tiene cabida al igual que la ironía,
costosas construcciones paso a paso,
un oasis diario repleto de sorpresas y hermosura.












