El sendero que baja al río
La luz no es de otoño, ahí estás
enfrascado en extractos y pantallas,
los saltamontes indican el camino hoy sin hollar,
los arrancamoños se adhieren a tu chaqueta nueva
y tu mente se transporta al espectáculo de los patos.
Todo está aún verde, pero el declive ha comenzado.
Tras la presa corre el agua entre carrizos de la ribera,
hay una continuidad en la coloración: agua, camino, cielo,
Te sorprenden matices que no esperas en estas fechas.
Tu cabeza está llena del trabajo que acabas de abandonar,
pero el murmullo del río acalla el rumor mental,
aún tienes una amplia predisposición para la belleza,
para el sonido de la naturaleza.
Has descubierto un sendero y quieres mostrarlo;
es un lugar mágico de alejamiento
al lado de coches, ordenadores, timbres, griterío.
Volverás a la orilla del Duero en busca de paz.