Perturbación
Está nevando en plena primavera,
el marinero lleva la gorra al revés,
en el hotel abandonado, los vigilantes
han establecido un prostíbulo,
lady Ofelia resucita para caminar
sobre las aguas de su lacustre lecho.
En la iglesia de San Rocco, aún vacía,
canta un coro erudito unas vísperas;
un Papa solitario en su reclinatorio,
vestido de blanco, sin boato,
ensaya la comunicación con la divinidad.
En una plaza pública
atestada de jóvenes silentes,
un vate recita un abstruso poema gongorino;
resuenan sus palabras
en la fachada de una iglesia neoclásica.
Los tocones de la hilera de chopos,
talados hace semanas,
supuran un dolor anaranjado,
su ausencia en el paisaje
transmite profunda desolación.
Las flores amarillas de colza,
encienden la color en tus ojos,
súbito bailan una danza de lluvia:
dolor, belleza, imaginación, soledad.