La mirada de mis hijos
La mirada de mis hijos en un museo
desborda las interpretaciones mojigatas,
cuadros de un intenso colorido,
una acróbata que no es más que su sombra,
la mujer de dos caras, enfadada,
Jacqueline divertida, el gato en el estómago
de una mujer azul,
una madre enorme con su sombra adherida
y manos desproporcionadas acuna a su bebé.
Picasso dibuja en el documental
con facilidad pasmosa;
los visitantes se detienen, con una sonrisa,
a escuchar las inocentes interpretaciones
infantiles no tan descabelladas.
En la primera ocasión sacan sus lápices,
comienzan el dibujo en una servilleta,
han captado las formas, la descomposición,
la espada tras la que se esconde el mosquetero,
el simbolismo de unos erizos esquemáticos.
Mi sonrisa revela la satisfacción educativa
ante el aprendizaje, la riqueza pictórica
absorbida tras la visita a un museo.