Poema 579: Gabriele Münter

Gabriele Münter

Representé el mundo tal como me parecía en su esencia,

tal como se apoderaba de mí.

                                                                                                  Gabriele Münter

Aprendió a pintar de sus ideas.

Se rebeló contra las limitaciones impuestas

a las mujeres en su época.

Antes había fotografiado incidentalmente América,

viajó y adquirió una cierta idea de libertad.

Desaprendió imitando a su sobrina

para renacer en el expresionismo.

Se entrelazó con su maestro ruso,

ya igual, ya confidente, ya amante.

Fundaron juntos una idea del arte.

En las épocas difíciles de la guerra,

Kandinsky desenlazó los nudos,

los creativos, los vitales, los sentimentales.

Ella llegó al color, lo suavizó en el desengaño,

se exilió y volvió al epicentro nazi.

Sobrevivió ensimismada a dos contiendas mundiales,

pintando, creando, innovando.

Encontró el paisaje en el que quería vivir

y, fuera de las corrientes nacionalistas, lo pintó,

–yo también quisiera vivir en esos paisajes–.

Se pintó a sí misma y a sus amigos en una barca,

hizo múltiples retratos de gran profundidad psicológica,

copió su propia obra con la casa amarilla florecida,

simbolizó la independencia femenina,

y hoy me ha conmovido hasta las lágrimas

la hermosura y el resurgir de su pintura.

Poema 427: Leonora

Leonora

Tras una visita a la exposición Leonora Carrington
en la Fundación Mapfre en Madrid.

Incombustible e inconformista,

llena de símbolos y pájaros,

de las formas de la pintura antigua.

Leonora pinta caballos,

aparece feliz en el sur de Francia,

decora muebles, puertas y muros

se me figura con sensualidad extrema.

Es surrealista y busca a la diosa blanca,

el texto, la palabra, la ecología.

Despierta en mí, cual Orlando

la magia de la longevidad:

ella fue transversal en todo el siglo XX,

alongada a través de Max Ernst,

por sus viajes y su infinita búsqueda.

Como el Zaratustra de su obra

es un ser longilíneo y bello,

una musa de sí misma, una revelación.

Atraviesa guerras y violencias,

salvaje, perturba cuanto vive,

pinta y describe; imagina y lucha.

Quedan caballos y fotografías de Lee Miller,

retratos bellísimos,

el intercambio fructífero de ideas,

alimento mutuo para llegar al Arte.

Leonora es un trabajo descomunal

para atisbar un iceberg creativo,

una búsqueda y un aprovechamiento,

la defensa feminista y ecológica.

Codifica y enmascara y exprime

cada acontecimiento vital:

se oscurece o ilumina en diferentes verdes,

no hay obra gratuita, ni escena banal.

Es la Reina de las Nieves o la Recuperadora

de Derechos Femeninos,

la giganta que custodia el huevo.

Poder, brujería y sabiduría

impregnan lienzos en su evolución,

su búsqueda, su adecuación investigadora

a los tiempos de una madurez soberbia.

Ya no hay límites, atesora poder político,

eminencia reconocida y adorada,

hasta que se funde con México

en El Mundo mágico de los Mayas.

Poema 352: Magritte

Magritte

Me sitúo delante de un cuadro

y en ese instante el cuadro es mío,

puedo obtener todo de él:

lo miro con avaricia, con gula,

con soberbia y un punto de lujuria.

Siento un instante de admiración fugaz,

me fundo en una fotografía secreta en él.

Nadie interfiere en mi relación carnal

con la pintura,

puedo entrar allí y observar la silueta

o la luna delante del árbol,

las nubes o la manzana tan verde,

puedo casi sentir el tacto en la piel de esas mujeres

que se difuminan en el horizonte.

La fusión es tal que me olvido de la realidad,

las leyes físicas son las que ha diseñado el artista,

los gestos y los objetos me mimetizan en el óleo

cual camaleón que allí habita con disimulo.

La filosofía del arte modifica mi mirada,

la arrastra hasta extremos insospechados,

transmuta las palabras en vivencia desordenada,

antes de ser absorbido por el cuadro siguiente.