Poema 584: Una luz azul

Una luz azul

Envuelve la niebla los caminos, los sembrados,

el terreno trazado de líneas rectas,

los surcos terrosos, algunas vides deshojadas.

Me persigue la noche como me persigue la historia.

¡Aquel bisabuelo llegó como un juglar,

joven, lleno de fiesta, levantando mesas con los dientes!

La luz oprime y aprisiona, desorienta,

la llanura se difumina en la ausencia de formas.

La viuda le hizo una fiesta especial al sanabrés,

le colmó de rimas y de la belleza de sus ojos.

Aún el pueblo existía: oficios, lavajos, artesanos,

la niebla no lo había condenado a la luz azul.

Cae la noche húmeda de Navidad.

El descendiente nació tras la muerte del padre.

Los animales abrevaban el en el lavajo grande;

en las noches eternas del invierno

se contaban historias en el corro de la lumbre.

Contra todo pronóstico el hijo dejó una estirpe,

moradores ocasionales de la cúpula bajo la niebla.

La luz azul engulle las casas deshabitadas,

la vasta llanura castellana escasamente poblada.

Poema 248: Los ojos de las gaviotas

Los ojos de las gaviotasIMG_6220

La gaviota se desliza sobre esa corriente

invisible de aire,

no deja apenas vórtice en el dulce planear,

aporta elegancia y una silueta esbelta,

y sobre todo despierta del deseo de volar.

 

Contemplas tú también tu mundo desde el aire,

protegido por una distancia prudente;

tan solo puedes elegir la corriente

para trazar círculos de observación diferentes,

zona de confort, asegurada la belleza y la duda.

 

La brisa marina cargada de yodo es un opiáceo

irresistible y cegador,

en estos días de sol y calma la vida parece sencilla,

solo algunos agudos gritos indican peligro

o la excitación creciente de una posible reproducción.

 

Tus percepciones están llenas de colores difíciles

de definir con precisión,

el espectro visible humano parece ser muy restringido,

alcanza apenas los cuatrocientos nanómetros

de una precisa longitud de onda, como ella insinuó.

 

Los ojos de las gaviotas son una incógnita

que trato de aprender en Wikipedia:

gotas de aceite rojas y amarillas en sus receptores de color,

percepción del espectro ultravioleta para el cortejo,

detección de los campos magnéticos en sus desplazamientos.

 

La sinestesia te orienta en caso de duda,

advierte de un peligro o te señala afinidades electivas,

más allá del plumaje ultravioleta, elabora una divinidad

en el centro de tu cerebro evolucionado:

azul reflejo del cénit o verde esmeralda perfectamente pulido.

IMG_2921

 

Poema 38: Azul

                    Azul2015-03-16-1969

Busco mi sombra sensual, en azul

protegido por un primer plano de nubes,

desórdenes, voces de un anverso desvaído,

filtros, hechizos, palabras enfebrecidas…


La mirada poética es agotadora,

la expongo a un día claro de primavera:

un naufragio en el mar interior,

una muerte inesperada se pasea por mi mente.


Sonrisas cotidianas al filo de ecuaciones,

voluntades débiles, flancos desprotegidos,

anuencia en la suerte, oficio de débiles,

un vestido y una voz limpia que desbroza el aire.


Levanto la vista una vez más, un instante más,

convencido de la hermosura de cuanto me rodea,

persuadido de la estética extraída de la avaricia

de cuantos deforman, alteran, arruinan, desbaratan.


Una voz suave, dulce, un ukelele, inesperada

belleza sensual, bienestar feliz entre mis hijos,

deleite de los sentidos, imágenes de dicha:

un alto azul de maravilloso contraste fotográfico.


IMG_20141229_171018

Poema 6: La decadencia es un paraguas azul

La decadencia es un paraguas azulIMG_20141113_170626

La decadencia es un paraguas azul,

el caminar alegre al lado de las hojas de plátano,

la lluvia fina que empapa el alma hasta nuevo aviso.


Un chalet a medio construir, escondido tras el abeto,

una ruina de otros tiempos, un oráculo de heroína,

una voz grave que sobresale entre el pitido de una transpaleta.


Acción-reacción, bóveda gris, el olor de la lluvia,

todos los colores reunidos en la desintegración del moral,

un niño pisa las hojas ocres con sus botas arcoíris.


Sobre la mesa el sostén rojo asoma en una revista,

encaje perfectamente oculto, retoque, maquillaje,

una promesa de felicidad en la armonía de un rostro.


Arrecia la lluvia, voy despertando, mi instinto

me avisa de la hora límite, veloz carrera en tacones,

sonrío y el mundo es un cuadro impresionista.

IMG_20141114_082629