
Casa de Pilar y José
Tal y como imaginaba el lugar era fascinante,
vistas sobre la costa y calma, mucha calma.
La censura del Evangelio Según Jesucristo los trajo aquí
a la isla diferente:
Pilar buscó esta casa y la adaptaron para ellos
antes de que llegara el Nobel y el enorme reconocimiento.
La vivienda es ahora un museo, una memoria, un santuario,
una incitación a la imaginación de cómo vivieron
estos escritores eruditos y sus allegados:
sencillez, arte y muchos libros ordenados.
Ella modeló al escritor y vertió al castellano sus novelas,
le regaló tiempo para que pudiera escribir,
detallar, imaginar, sobrevivir.
Creó una biblioteca que es envidia y modelo,
un rincón de mujeres ordenadas alfabéticamente
para que sus libros no convivan con quienes las desdeñaron.
Vivienda blanca con carpintería verde,
jardín de membrillos, algarrobos y olivos,
recuerdos rocosos de su paso por el mundo,
cerámicas alentejanas, retratos, relojes y caballos,
todo un universo de seguridad en la fértil vejez literaria.


