
Gatos tomando el sol
Perviven aún entre nosotros vestigios
de casas molineras, tejados abandonados,
pueblos dentro de la ciudad
antiguo extrarradio hoy solares cotizados.
Los gatos se reúnen sobre la viga del caballete,
alcanzan a atisbar el sol tras días húmedos,
se secan contemplando la hora mágica.
El encuadre permite aislarlos, enfocarlos:
gatos henchidos tomando el sol,
ajenos a las vicisitudes nimias de quienes vocean
en ondas o en redes o en conversaciones pareadas.
Hace meses explotó cerca una vivienda,
todos los gatos anduvieron días alborotados,
hubo desaparecidos, felinos volanderos,
el efímero transitar por entre gigantes,
ora violentos, ora protectores aleatorios.
La sinfonía del tejado va a comenzar:
cantan los niños el lenguaje minino
dirigidos por Rossini desde el más allá.






