
Perfect Days
Aurora, crepúsculo, cúpula, luna llena
accidentes geográficos diversos,
conjuros en la sucesión imparable
de ritmos olvidados, memorables.
Un poema sobre calles desiertas,
avanza diciembre, luces, comercio, regalos,
el puente que se abre para los caminantes,
peregrinos, visitantes con ojos nuevos.
Lago, laguna, fochas comunes al sol
de un invierno ancestral congelado,
caminar anónimo por sendas artificiales,
máscaras y baile, pertenencia,
cervezas en lugares de una cierta nostalgia.
Cuerpos que se funden estrechamente,
raiders obcecados en la noche
cruzan la ciudad fantasmal, onírica y sepia.
Un sueño reparador, un poeta minimalista,
expectativas de elección múltiple,
árboles helados, esculturas en madera muerta,
la isla inaccesible.
Suena Lou Reed susurrante y antológico,
nada es perfecto mientras dura.




