
Nubes blancas
Las nubes blancas parecen buques de imaginación,
dirigibles de gran profundidad,
una escuadra de guerra celestial.
Ensombrecen la tierra yerma, recién arada,
los surcos marrones e infinitos
brillan tras las lluvias desordenadas.
El espíritu se refleja en ellas, se amansa
entra en un estado de serenidad,
se detiene el tiempo sostenido en los confines
de la unión de cielo y tierra.
Durante esos instantes no importan las noticias,
los muertos por el temporal o por los drones,
solo el viaje solitario adquiere entidad,
laxitud emocional intensa, ya trance, ya éxtasis.
Esas nubes blancas, profundas, vigorosas
son efímeras e inusuales
tras ellas hoy se ha serenado el cielo azul
y ha llegado el silencio del ocaso.




