
Memoriam Omnium Rerum
En la velocidad el vértigo oculta la belleza,
–montañas calvas, morrenas, canchales–,
los volcanes y el pavor ancestral heredado,
un lago verde, charco marino, montaña negra,
la calma de unas horas hermosas e incógnitas.
La vista traiciona cuanto anhela,
sin embargo, la piel absorbe, funde, clarifica,
la nariz transporta, evoca, mitifica y desnuda.
El recuerdo de los hitos se posa en una veleta,
el sonido del viento y un clic metálico
que la mano de mi hijo produce en el mástil.
La Ensalada César tras la agotadora jornada,
el cuerpo que busca recuperar sales y energía,
luz verde sobre el estanque trapezoidal:
una pata triangula las aguas con sus vástagos,
cañas, enredaderas, lavandas, césped y un tractor.
Puestas de sol lentas, contemplación,
antes de una cena doméstica y deseable,
días de lectura, de creación de poemas simples,
calma y reposo de todos los sentidos.
El envolvente museo de la igualdad,
reivindicación sutil de los nuevos tiempos
y un viaje de reencuentro ascético del trance.
