Poema 562: Emocional

Emocional

La mirada es tu estado emocional,

un cóctel de deseo, de cariño, de ilusión,

una sensación física de bienestar,

esa luz que ha despertado en ti un poema

una canción, un podcast,

un hilo del que has tirado y estirado.

El peso de la apisonadora cultural

aún no ha podido contigo,

ni siquiera las noticias de la injusticia,

de la barbarie, del dolor, la tiranía y la guerra.

La esperanza es un bien volátil, ligero, inestable,

una combinación de experiencia y autoestima,

de la seguridad que cada cual posee de sí mismo.

Transitas por una sima o por un valle

despreocupadamente, evitas mirar hacia arriba.

Allí están las cumbres, la libertad del viento,

el instante, –igual al anterior y al posterior–

en el que, seducido por la brisa, te crees libre,

infinito, eterno,

tan perenne como las agujas de los pinos

que has rebasado al ascender.

Debes tener fe en los ciclos vitales,

en que tras los valles hay montañas

y desde allí se divisa el orbe que crees poseer.

Tu única guía es esa luz interior tan ingenua.

Poema 340: Paraísos

Paraísos

Algunos paraísos duran un instante,

son efímeros

y esa es su gracia y consistencia:

un rayo de sol a principio del otoño,

una ola que te voltea desnudo

en una playa desierta,

el momento exacto en que amanece

con una luz sepia aún contenida

el espectáculo mate de las nubes en el cielo

o el encuentro de una mirada.

A veces una fotografía prolonga

y rememora,

estira y narra o voltea,

recrea, modeliza o idealiza;

otras veces es una conversación

la que te lleva a un punto cumbre,

un máximo local de felicidad.

A veces la pérdida ensalza

aquellas imágenes que has filtrado

convierte en melancolía y deseo

aquello que fue sucinto y prosaico.

Otras veces ignoras la fuerza de la plenitud,

niegas haberte sentido desbordado

por aquel trampantojo vital,

ese gatito que te mira con cautela

esperando tu compasión y caricia.

El paraíso está en ti y volverá cuando tú lo desees,

solo con la condición del olvido

de cuanto ha pasado y pasará.

Poema 164: Un hilo invisible fotográfico

Un hilo invisible fotográficoIMG_8733

La foto de época con estilo vintage

muestra la nula transformación del espectáculo,

solo la elección de la luz y el modo

te hace sentir moderno y evolucionado.

 

Los filtros fotográficos condicionan la visión

del pasado almacenado en módulos mentales,

la primera luna que viste, mare serenitatis,

el detalle lúcido en medio de un fondo desenfocado

de una flor temprana de almendro…

 

Esa piedra labrada antiquísima,

o la composición de los niños con paraguas

llena de colorido y de alegría,

ese verde intenso del paisaje tras la lluvia,

condicionan el mes que visitas en tu nube.

 

Existe tal vez una instantánea de aquel día,

del evento que has idealizado en tu recuerdo,

de ojos sonrientes o el color de una camisa o blusa,

existe aquella luz, los colores ese ocaso animado.

 

Quizás se escape la fragancia de las flores volanderas,

o las notas que el pianista desgranaba

mientras entrecerrabas los ojos y te veías

sentado en la cima del monte Tolio con la bahía a tus pies.

 

O el verano en que ataviado con un vaquero viejo y roto

horadabas la tierra cántabra para construir un muro,

torso desnudo, sucio, sudoroso, filmográfico.

 

Algunas fotos de Malik Sidibé, color de África,

un relato que te llevó hasta él.

 

El perfil montañoso de un crepúsculo en la fortaleza veneciana.

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