
La cara oculta
Pretendidamente nos suministran
Píldoras de información innecesaria:
un documental te abre levemente los ojos
y entonces el engaño se manifiesta nítido.
Corrupción, comisiones, poder económico,
simpatías o antipatías personales,
muchas amantes, lujo deslumbrante,
¿carnalidad o intimidad beneficiosa?
La carga emocional solo puede vislumbrarse,
celos, espías, toda la maquinaria del estado
frente al apetito sin medida del monarca,
sin noticias de la cara oculta de la luna.
En el foco de los difamadores profesionales
todo se amplifica y distorsiona:
escritorio con fondo de biblioteca noble,
sentados ante una mesa de enorme dignidad
aseveran sin tapujos su verdad alcanzada.
Consejos, sentimientos, opinión pública, grabaciones:
primero impunidad,
luego extorsión sellada con dinero comunal,
la complicación del enjambre humano,
enfermedad y agotamiento regio.
Tengo la sensación de haber observado
el reverso oculto de la Historia,
decenas de puntos conocidos
unidos por hilos incógnitos de lógica aplastante.
La comunicación es un trampantojo
de gran belleza narrativa,
una estabilidad necesaria y reputada,
un agar nutritivo para la cohesión social humana.


