Poema 233: En la burbuja

En la burbujaIMG_6808

Los tejados llenos de antenas reflejan

el agua de la llovizna.

 

Hay un cielo gris precioso repleto de gradaciones.

El aire es húmedo y afilado.

 

La mujer del cuadro salió esta mañana a pasear.

Hay avispas revoloteando sobre los helados.

He visto unas siluetas conocidas pasar fugaces.

 

No hay molinos que absorban el viento,

los árboles no aciertan a retener en sus ramas

las voces de la naturaleza.

 

El sonido horrísono de los coches

acalla el murmullo de voces jóvenes en la noche.

 

No recuerdo ya los libros que hojeé en la librería,

ni el poema que he leído hace un rato.

 

El ambiente es eléctrico como en un fin del mundo.

 

Un personaje del libro me ha saludado atentamente:

fumaba en pipa y llevaba la bragueta desabrochada.

 

Ella pasa cada mañana con el mismo vestido;

nos indica si vamos tarde o no al colegio.

 

La vida es una suma de pequeñas oscilaciones sensoriales.

IMG_6823

 

 

Poema 232: Cada día

Cada díaIMG_20190821_181922

Cada día existe un tobogán en tu vida,

cada día te vuelves loco un rato,

alcanzas cimas vitales y te desesperas

por tu perra suerte que es la de siempre.

 

Naufragas en la imagen que recibes del espejo,

te emocionas cuando alguien te abraza,

dedicas medio día al mundo virtual,

acechas al tiempo para ver como estirarlo.

 

Cada día tienes un rato de lucidez:

miras la magnífica geometría de las nubes,

descubres una luz o un instante de silencio,

te emocionas con una canción antigua.

 

La coraza que te pones puede durar unas horas,

luego empieza a resquebrajarse,

te deja indefenso y vulnerable:

un solo recuerdo puede trastornarte.

 

Cada día llegas a dudar de todo,

a bosquejar el vórtice de tu vitalidad,

sopesas los hilos invisibles que te unen

a tu centro de gravedad permanente.

 

El juego de luces y espejos venecianos

te desampara o eleva, te derrota,

te hace fuerte y escéptico

para volver a sonreír a borbotones.

IMG_6801 (1)

 

Poema 231: Las grúas del amanecer

Las grúas del amanecerIMG_6901

Las grúas del amanecer, hieráticas y dignas

sostienen la estructura

recién planificada y ya antigua.

 

La edad dispara contra la memoria

convierte las sensaciones en ilusiones

el fresco matinal en recuerdo inexistente.

 

Las grúas del amanecer construyen

sobre el espacio quemado de tu recuerdo,

verdes o grises, lentas y seguras

muestran la cara visible de tu desconcierto.

 

El huerto ecológico lleno de banderas

contrasta con el ruido incesante de camiones,

tierra-evocación desplazada

en busca de las entrañas de la Tierra.

 

Las grúas siguen allí en el ocaso

reflejan los rayos perturbadores de la luna llena,

hacen crecer el edificio sobre las ruinas.

 

No importa la edad ni la época,

silencian el olvido y dotan de brillo y asepsia

un espacio manchado de tinieblas.

IMG_20190907_203336