Poema 568: Las tardes memorables

Las tardes memorables

Fueron tres tardes de noviembre

no consecutivas.

Los pinos míticos y esos ocasos dolorosos

cual tallas de la Pasión castellana.

Ejercicio, lugares muy diferentes.

Rehabilitación emocional, física, integral,

belleza, bienestar físico.

El sol de la tarde, oblicuo y filtrado

tiene un aliciente vitamínico,

ilumina el caduco arbolado de ríos y canales.

El vértigo desaparece tras el hallazgo

de un níscalo casi oculto.

Se escuchan solo sonidos naturales,

el crujido de mis pasos sobre una rama,

y súbitamente, iluminado como en una postal,

un corzo distraído pastando.

Hace una temperatura inusual en noviembre,

pedaleo buscando la luz poniente,

atento a las ondulaciones del camino,

sumido en en profundas reflexiones

mas acunado por la belleza de la tarde.