
Lux, escucha activa
Lux es un escándalo y una revolución
una suma de talentos y de imagen,
la marca llevada al lujo y al feminismo.
En la primera escucha me llega una sinfónica
el soporte exquisito de la orquesta,
buena música de fondo, marco y elevación.
Después vienen las variaciones, la voz rota,
el aire flamenco y las letras de potencia.
Como el mal estudiante no paso de canciones
repito y repito los primeros temas,
no he visto los vídeos, pero sí la estética,
la cierta provocación necesaria en las redes.
La voz ya rota, ya aguda, ya afinadísima
traspasa lenguajes y fronteras, ilumina fiestas
despierta idiomas olvidados,
es un monumento a la creatividad libre,
provocativa, innovadora, música elevada y popular.
La controversia pseudo religiosa abre caminos
puertas e hilos, llena sesudos artículos
es el hilo conductor de una nueva era ficticia,
un posmodernismo tantas veces redivivo.
–Ella habla perfecto castellano, sin lambdismo ni rotacismo–
escucharé absorto, mientras sigo la maravilla compositiva,
el dinero concertante capaz de crear este monumento.
