Poema 633: El corrector

El corrector

Aquellos días revisando pruebas de acceso

eran interminables.

Errores repetidos, comparaciones,

una búsqueda de la equidad y de una cierta justicia.

La montaña de exámenes no descendía a ojos vista,

avanzaban los minutos, las horas, el cansancio;

buscaba en las estadísticas un alivio a la concentración

un descanso autojustificable propiciado por los datos.

La experiencia minimiza errores, busca explicaciones

en las enseñanzas oblicuas de un profesorado anónimo,

en la adolescencia cargada de tentaciones

trata de vislumbrar el conocimiento y la madurez

en una prueba dirigida en la que apenas se toman decisiones.

El corrector envía sus datos parciales y otea su lugar

en ese gráfico de puntos, colores y líneas

que te centra o te condena a una marginalidad revisora.

La alegría retroalimenta el esfuerzo al encontrar la perfección:

un diez, un examen sin fisura posible, organizado y excelente,

el sueño del profesorado militante y excelso.

Durante unos días sientes una responsabilidad social,

un servicio de alta dignidad

cuando en realidad es solo la cúspide del glaciar,

la culminación de un trabajo subterráneo y constante

una suma de minúsculos aprendizajes metamorfoseadores

capaces de diseñar complejos circuitos neuronales,

la guinda del pastel educativo tras un trabajo abrumador.

Poema 632: La biblioteca

Biblioteca

El lugar estaba anclado en el siglo pasado,

coexistían enciclopedias voluminosas

con antiguallas pedagógicas obsoletas.

En el curso veintiuno la reconvertimos en aula

con un miniportátil de ocasión y una pizarra de Amazon.

Verano tras verano se llenaba de libros becados,

de infatigable personal haciendo lotes,

repartiendo sonrisas y libros de texto a las familias.

Los tubos de neón daban un aspecto mate

al saber estanco y pausado en el blanco y negro del tiempo.

El suelo curtido en mil batallas contra las sillas

simulaba un garabato infantil enrevesado.

Hubo trabajo colaborativo, pintura, luces led, sillones,

una limpieza que bien podría haber sido una hoguera,

un trasiego de libros hacia ninguna parte

y la épica colocación de imágenes icónicas,

de un orden inteligible, un Feng-shui armonioso y equilibrado.

Brilla el suelo como brillan los estantes y la cartelería,

ausentes los obstáculos, las cajas sin catalogar

en un espacio diáfano y sugerente.

La luz de los libros y la magia de un universo silente

donde las voces interiores de los libros se elevan

sobre el barullo desordenado de la presencia adolescente

hacen de la nueva biblioteca un oasis en el oasis educativo.

Poema 155: Patriarcado

PatriarcadoIMG_20180212_114603

Escucho opiniones banales o aprendidas,

nada nuevo, ninguna evolución,

el mismo chiste machista actualizado,

idéntico mantra justificativo.

 

Y sin embargo la idea está ahí,

al alcance de todos:

brujas, princesas, héroes, el poder,

la historia de la humanidad fraccionada.

 

Quizás el primer paso sea una inoculación,

la injusticia o la lógica aplastante,

la ventaja global de la solución feminista,

la potencia de la teoría de juegos.

 

Siempre ha sido así, o somos diferentes,

o es la evolución, es la naturaleza;

Abre los ojos, es una construcción social

interesada, incrustada en cada cerebro.

 

La resistencia es ignorante, sin argumentos;

consciente, observas que todo lo impregna,

convierte en fútil la emergente igualdad,

en sordina los gritos cada vez más expandidos.

 

La esperanza es educativa, una mecha

en apariencia prendida, una luz inteligente,

la juventud que rellena espacios oscuros,

los susurros pacíficos, voz ya exponencial.

IMG_7738