
Cosmología cíclica conforme (CCC)
El factor de conversión de la importancia propia
nos lleva a la insignificancia:
secuencia numerable de espacio-tiempos abiertos,
la multiplicidad del Cosmos.
Cada idea, cada mente, cada comunidad
son minúsculas bajo las ecuaciones de la relatividad;
un poema es un trozo de papel que se recicla,
una vida laboral es una deformación en el tiempo
que se desvanece paulatinamente.
Los ciclos cósmicos hinduistas carentes de ecuaciones
se acercaron a la complejidad de Penrose,
crearon el lenguaje y la ilusión del presente,
una forma de pensamiento no banal
capaz de relativizar la capacidad individual.
Las matemáticas muestran indicios cíclicos
en la observación de la radiación de fondo,
aún las pruebas son débiles indicios estadísticos,
el Big-Bang sería final y principio de universos enlazados.
El conocimiento de la superficie de la esfera
oculta un interior fisicomatemático de alto voltaje,
mucho más allá de la observación y la linealidad.
Solo una mirada poética o religiosa
habría adivinado ese eterno retorno de la materia,
el juego oscuro de energía y masa condensada.
Cada acto personal, es soslayable,
un juego romántico en medio de lo absoluto juanramoniano.
Observar y categorizar,
aplicar la lógica, las matemáticas y el caos,
ir siempre más allá,
nos hace elevarnos levemente desde el apego a la tierra,
nos endiosa cual minúscules seres efímeros,
vidas humildes, actos nimios y, sin embargo,
llenos de toda la belleza que podemos atesorar.






