Poema 396: Permanecer

Permanecer

En medio de la belleza, de nubes, de jardines,

luces que juguetean al atardecer,

invitado en soledad, silente, permanezco.

Jolgorio tradicional, quizás ancestral,

días en los que aflora el animal interior,

la tendencia oculta de cada cual:

danza, fuerza, resistencia, risa innoble,

permisividad y desorden.

La introversión oculta un vacío vital,

faltan preguntas e intereses comunes,

sobran ideas de otros colonizando mentes,

cortesía y desperdicio fugaz del tiempo.

No he reorganizado aún el consumo

de vivencias vacacionales en mi mente:

baños fluviales, deporte, risa,

campos inusuales o paternidad fraterna,

una sucesión excelente de bellos momentos.

A veces en un descanso necesario de actividad

aparecen vacíos o desiertos, conflictos éticos,

necesidad de conjugar pensamiento y realidad,

la presión social para no alejarte de la ortodoxia,

el reintegro a la corriente colectiva.

La edad es el chivo expiatorio necesario,

falta de personalidad o pereza,

y la búsqueda del relato virtuoso y alegre

surgido de ciertos vacíos vitales indeseados

y de contradicciones de difícil explicación.

Uno barniza las discontinuidades hermosas

con una pátina mental de gran calidad,

resistente a la nostalgia o al recuerdo,

acabado necesario para poder continuar,

para que la permanencia se disfrace de excelencia.

Poema 205: Contradicciones

ContradiccionesIMG_3425

 

Las palabras muestran u ocultan,

sugieren caminos,

usan su libertad en el cerebro de cada cual,

expanden o contraen,

son rigurosas o poéticas,

se acompañan de música o de silencio.

 

Deseas soledad y el mágico recitar

del Cántico Espiritual a la luz del ocaso,

mas a un tiempo necesitas el barullo

caótico de los niños.

 

Urdes una historia de tres páginas,

la revisas y la encumbras en tu imaginario,

deseas pertenecer a ese mundo ficticio

en el que introduces amigos, roces cotidianos,

al mismo tiempo que te anclas a la vida real.

 

I need you, I don’t need you,

canta Leonard Cohen ya desaparecido,

su voz te embriaga de gravedad,

más de cuarenta años después

esa letra se encuentra con tus nudos

los traspasa y te deja desnudo y confuso.

 

Las palabras prometen e insuflan

valor o desesperanza,

crean mundos y los derriban

provocan lágrimas o comunión sublime,

son llave y veneno,

prosodia mágica de ascenso místico,

nexo y engarce de planos disímiles necesarios.IMG_3416 (1)