Poema 561: SEMINCI

SEMINCI

Fue un oasis cultural en la dictadura

y sigue siéndolo en el presente acelerado,

un sosiego atemporal:

eruditos, habituales, cinéfilos,

un imán que apenas atrae al público local.

Escaparate, faro, hito en el calendario,

un enorme cúmulo de trabajo oculto,

y la calidad asegurada de lo diferente.

Una copia sueca restaurada del 47

nos tuvo en vilo cien minutos:

luces, sombras, primeros planos expresivos,

el tormento de la ética y el deseo

más actual que nunca.

Desfiles, alfombras, oropeles,

seis noticias nacionales y el brillo

de los flashes en la noche fría pucelana,

una minúscula isla cultural encapsulada.

Poema 283: Días especiales

Días especiales

Días especiales, sol, verano, amplias vistas,
el recuerdo de una lechuza de caza en la noche anterior,
un baño en la mañana con cierto frescor,
los pájaros que pían en el jardín de las delicias,
todo confluye en la armonía de las esferas.
 
Pedaleo por caminos que he recorrido muchas veces,
siento cada bache y cada rodera,
reconozco uno tras otro los paisajes,
las plantas sembradas en el terruño,
las manchas verdes de los pinares.
 
Conozco el lugar exacto para ver la puesta de sol,
algunos árboles a los que subí de joven,
cada era en la que antaño se aventaba el grano,
casas y personas a las que saludo de forma rutinaria,
lavajos y pequeños manantiales de verdor perimetral.
 
Camino por calles con casas conocidas,
algunas desembocan en la plaza o en la iglesia,
puede que esta noche calurosa de julio
los escasos habitantes saquen sus sillas al fresco,
comenten sus andanzas del día o saluden al paseante.
 
Hay un cine de verano como hace muchos años,
entonces eran comediantes o tal vez artistas de un circo,
cada espectador aporta su silla,
los ruidos de la noche se solapan con la megafonía,
es una vuelta al pasado en tiempos de crisis.
 
El jardín de la casa solariega es un oasis de frescor,
destellos de rosas cuya fragancia no dejas pasar,
un delirio de colores, una suma de manchas armónicas,
la vida aquí es sencilla entre riegos y barbacoas,
es un fluir leve del tiempo interior de cada cual.

Poema 250: Cine

Cine

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En tiempos correosos de ideologías enfrentadas

el cine, la literatura, la música

pasan a ser objeto de controversia,

un campo de batalla lleno de prejuicios:

ideas frente a barbarie e ignorancia.

 

Hacer una película es complicadísimo,

una tarea coral llena de equipos, vaivenes, humanidad,

arte total para ser criticado sin verlo

o para abrir la puerta a una vida diferente

al menos durante el tiempo mágico de proyección.

 

Construir, concertar, transmitir sutilezas armónicas

nada pueden contra la destrucción, la infamia o el insulto,

o sí, lo pueden todo, perduran arduamente,

siembran semillas increíbles,

son abonadas por millones de neuronas resistentes.

 

Una época, una sensación, una transformación del espacio,

múltiples tomas, pruebas, luz, color, sonido,

las palabras enhiestas, la emoción de un instante,

vanguardia y productividad,

el cine es un termómetro social de humanidad.

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