Poema 636: Las amigas

Las amigas

Murmullo del mar, risas crecientes

adolescencia en vena,

cierta vanidad de lector-poeta.

Las amigas se han reunido en el spa

hablan sin parar acercándose,

se bañan libres disfrutando de su edad

caminan, ríen, bailan,

planifican lo justo y coreografían

canciones de su juventud.

Según avanza el día recuperan la intimidad

el roce, la costumbre que un día tuvieron.

Los roles se perfilan ante la imparcialidad del poeta:

una dormilona que conserva un cuerpo atractivo,

la voz cantante de la coreógrafa,

la seriedad de quien relata sus asuntos laborales.

Bailan y disfrutan desinhibidas, sin el peso familiar.

Se han concedido un permiso que moldea su plano vital,

una deformación atractiva y animada llena de vida.

Los hombres esto no lo entienden–, dirán en un instante,

antes del ocaso y de la fiesta, cargadas del deseo

del sol y la sal marina en la piel.

El poeta es un ser invisible en su jolgorio colectivo,

más allá de algunas miradas individuales de reconocimiento.

El lunes la deformación plástica de su universo

volverá a su configuración original,

mas quedará el recuerdo mitificado y desinhibido

la energía amical profunda en suma amplificada

el sonido del mar de suaves olas en la ribera de la ría.

Poema 630: Lo excepcional

Lo excepcional

“Todo ángel es pavoroso. Y, sin embargo, ay de mí,
sabiendo de vosotros, casi mortíferos pájaros del alma,
os dirijo mi canto.”
                                                                       Rilke, Elegías de Duino

Cada día es la mirada la que interpela,

la que convierte cada acto o hallazgo

en una explosión de conexiones festivas.

Una visita a las Urgencias al amanecer

tras una tormenta desatada y desbordante,

el espectáculo del baile de mi hija en una feria,

un erudito que conferencia sobre Lou Andreas Salomé

revelando detalles, cifras, datos y dictámenes.

Comienza la ruptura de la rutina protectora,

la suma de actos nimios, refugio y sosiego

antes de que la apisonadora Tiempo iguale y nivele.

El colorido de la narración, ya lírica hiperbólica,

se nutre de lo excepcional, a veces excelso,

de la escucha reiterada de las veintidós canciones

de Jesucrista Superstar,

de ese poema, Baedeker Lunar, que tanto me impresionó,

del enorme carro de combate exhibido en la ciudad.

Caminar en la noche de finales de mayo

cuando el aroma del campo invade calles y plazas,

alegrarte por un encuentro inesperado,

sentir al fin el frescor en el rostro

antes de profundizar en el hilo poético decimonónico,

o debatir las acepciones de la palabra raro

suponen un ejercicio contra la levedad consuetudinaria.

Los eventos sorpresa pasan a ser incorporados

a la épica aventurera, excesiva y vital.

Poema 396: Permanecer

Permanecer

En medio de la belleza, de nubes, de jardines,

luces que juguetean al atardecer,

invitado en soledad, silente, permanezco.

Jolgorio tradicional, quizás ancestral,

días en los que aflora el animal interior,

la tendencia oculta de cada cual:

danza, fuerza, resistencia, risa innoble,

permisividad y desorden.

La introversión oculta un vacío vital,

faltan preguntas e intereses comunes,

sobran ideas de otros colonizando mentes,

cortesía y desperdicio fugaz del tiempo.

No he reorganizado aún el consumo

de vivencias vacacionales en mi mente:

baños fluviales, deporte, risa,

campos inusuales o paternidad fraterna,

una sucesión excelente de bellos momentos.

A veces en un descanso necesario de actividad

aparecen vacíos o desiertos, conflictos éticos,

necesidad de conjugar pensamiento y realidad,

la presión social para no alejarte de la ortodoxia,

el reintegro a la corriente colectiva.

La edad es el chivo expiatorio necesario,

falta de personalidad o pereza,

y la búsqueda del relato virtuoso y alegre

surgido de ciertos vacíos vitales indeseados

y de contradicciones de difícil explicación.

Uno barniza las discontinuidades hermosas

con una pátina mental de gran calidad,

resistente a la nostalgia o al recuerdo,

acabado necesario para poder continuar,

para que la permanencia se disfrace de excelencia.