Poema 479: Castillos del mañana

Castillos del mañana

¿Cuándo se construyó esta casa?

La memoria se apaga y una zona oscura

desaparece con cada muerte:

todas las construcciones mentales elaboradas

durante una vida de experiencias y testimonios,

desaparecen.

Escuché batallitas de tercera mano sobre la guerra,

tan alejadas de la realidad como yo pueda imaginar,

me sumergí en recuerdos que no eran míos,

y ni siquiera puedo ya contrastar lo acontecido.

Millones de páginas escritas

y un gran vacío en el conocimiento del pasado:

quién mató a quién, quién fundó y quién dilapidó,

cómo de forma aleatoria el presente es así.

Se arreglan fachadas y cambian las propiedades de mano,

cada cual blanquea su historia, se ennoblece,

oculta sus zonas miserables, incluso alabea sus recuerdos

de forma que ya son épicos e irreconocibles.

Tres familias controlaban la manzana, –dijo mi padre–,

en dos generaciones, apenas quedan restos de ellos:

nuevos propietarios inesperados, nuevos fundadores,

el carácter individual y las alianzas.

La variabilidad humana tiene múltiples e incógnitas consecuencias,

se difuminan los genes, se distorsiona el pasado familiar,

solo el dinero es un hilo conductor,

más allá de la inteligencia o de las precauciones sucesorias.

Sobre las ruinas de hoy se construirán los castillos del mañana.