Algunos días
Algunos días las cosas no salen bien
y llega la superstición,
los números (sean cuales sean)
se encadenan y ofrecen escenas dantescas
en la imaginación desmesurada
de quien conjura miedo y soledad
con juegos numéricos y alegorías.
Algunos días llega el dolor de cabeza,
el optimismo intangible se apaga,
todo se vuelve gris,
mas una vez superado, el mundo se abre
a la innovación, a la mirada poética;
se abren inopinadamente múltiples caminos,
vuelves a observar con devoción
el bidón encendido cuya llama rasga la niebla.
Algunos días el cansancio te abruma,
apenas puedes distinguir la solución correcta
en una maraña de datos,
la madurez te enlentece y derrota,
pero ya sabes que no tienes nada que perder:
sigues descubriendo e imaginando,
puedes escribir un poema cifrado
o imaginar la potencia de la luz en un viaje.
Algunos días callas, otros navegas aquí y allá
sin caminos ni guía,
hasta que un detalle te despierta,
el juego de la vida, con apariencia aleatoria,
estructuras y caminos, patrones y evolución,
la oculta matemática que todo preside.
