Dicha poética
Las flores de un almendro,
el viento frío de la mañana en el rostro
el sentimiento de poder acceder
a la belleza profunda de las cosas,
poder escribirlas, aprehenderlas,
provoca una sonrisa en mi rostro invernal.
Calambur, palabras que se ocultan,
dicha poética,
un comprender bajo las sábanas de un verso,
un sentir una caricia aún no dispensada,
una medicina preventiva,
un asumir riesgos en una avalancha
de besos todos ellos definitivos.
La lectura desgarradora o banal
la sorpresa explosiva de un giro
o una luz recóndita, escondida
en el centro mismo del poema,
elevan las expectativas vitales
eximen, sanan o exoneran al espíritu.
