Poema 609: Vuelta a casa

Vuelta a casa

Llegó como un lucero en medio de la lluvia

encendiendo los charcos con su sonrisa

dividida entre la alegría del reencuentro

y la pérdida de una amistad profunda.

Se adaptó a la nieve y a las circunstancias,

liberó un torrente de verbalidad atrapada

en días de intensidad memorable.

Su fuerza narrativa fue desgranando hechos,

sentimientos, análisis de causas y consecuencias,

un viaje soñado, planificado, esperado,

la velocidad con que se sucede la realidad.

Su presencia llenó de risa y de burbujas la casa,

quería ser escuchada en cada detalle:

mi hija desafiaba al sueño y al agotamiento

alternando entre la alegría y el desconsuelo adolescente.

La fuerza radical de decisiones volanderas

se acoplaba con el amparo de la escucha materna:

ojos repletos de ilusión vital, ávidos de experiencias,

precavidos ante la volubilidad de sus semejantes.

Dormirá múltiples horas seguidas en su cama,

asentará sus sensaciones y reinventará significados,

modelará su memoria y su consciencia,

fortalecerá su paso firme en la protección devota

de su centro de gravedad adolescente.

Su presencia completa de nuevo este hogar.