Poema 455: En la vida y en la muerte

En la vida y en la muerte

 A Perea
quien siempre nos transmitió alegría.

Un fanfarrón alegre, un torbellino,

vorágine de vida y alegría fresca,

un tipo inteligente y veloz.

No le conocí en el cara a cara con profundidad:

imagino que tenía su máscara,

la broma que esconde ideas y proyectos,

fracasos y éxitos.

Diría que era el más popular de la comarca

hasta que la vida le pasó por encima;

un trabajador infatigable, amigo de todos,

capaz de encender una chispa en un velatorio.

No sé cuándo apareció en nuestras vidas,

rapidillo y listo jugando al futbito,

ni como en los veranos se multiplicaba

en el día y en la noche,

siempre presente con su voz tan grave

y las anécdotas almacenadas por millares.

Ciertamente tenía el don de la risa

y la teatralidad narrativa de un genio;

quizás fue un faro generacional

omnipresente de forma oblicua

en cada evento, fiesta y celebración.

Se nos va un hombre excesivo y bueno,

recordado por todos con cariño,

la alegría de una juventud

difuminada en un sueño.