Domingo de Ramos

Rayos de sol tras la tormenta de anoche,

una borrasca con gran aparato mediático:

nombre masculino.

Anhelo la orfandad de las borrascas.

Los rayos de sol contrastan con el fondo de niebla

en la colina del Barrio Grande.

Los rayos no tienen nombre todavía.

Un coro de pájaros saluda alborozado

la quietud y los reflejos del alba.

Píldoras mínimas de arte o de poesía banal,

en esta quietud de Domingo de Ramos.

Resquicios meteóricos y silencio,

golpes de compás y de mando. Pasos.

Alborozo simbolizado en la borriquilla de cartón piedra,

un recuerdo inmortalizado por una fotografía,

otra luz, otra edad, otras esperanzas.

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