Miedo y violencia
Una violencia innata, natural y abusiva:
dos patos en la orilla del río
someten con sus picos a una hembra,
una escena sexual terrible
en un día negro para cualquier feminista.
La rueda pesada del patriarcado
apisona cuanto encuentra a su paso,
ignora e interpreta,
estira la ley como una goma elástica
hasta deformar su objeto último.
Una lluvia social, una marea imparable
ese es el auténtico cambio
aún no acaecido en los políticos
ni en las listas machistas de los partidos,
gritos, consignas y pancartas ya visibles.
He sentido asco y rabia,
miedo ya desterrado y actitudes ufanas
de fulanos envalentonados;
tibias reacciones legisladoras,
y poco a poco el ruido de la revolución.
Es un tiempo de revisión histórica y social,
de preguntas y búsqueda
de solidaridad y cohesión liberadora,
de protesta y fuerza y voces
en aras de un mundo igualitario.
