“Llegado su trágico final, sobre lacustre lecho de pétalos recién arrancados y con lustroso vestido yacía.» De Lady Ofelia y Otros microrrelatos. Atilano Sevillano
Lady Ofelia yace sobre lecho lacustre
en el libro de Atilano, cuelga en vertical
en la Tate londinense muerta entre pétalos,
quizás está en la canción que imagino.
Entre ondas sonoras de insoportable agudez,
camina hacia un lago, se adentra en él.
Acude a la llamada dramática de su padre.
En su inexistencia nos abruma de citas.
Sueño recurrente, demencia en la noche,
soledad romántica, desamor entre flores,
una orquídea absorbe la luz de sus ojos,
el movimiento lacónico de sus manos.
En su parlamento llamará a futuras suicidas,
dibujara su sombra bajo un sauce,
melancolía en un día de primavera,
dueña del tempo y de la luz y de su propia vida.

