Busco mi sombra sensual, en azul
protegido por un primer plano de nubes,
desórdenes, voces de un anverso desvaído,
filtros, hechizos, palabras enfebrecidas…
La mirada poética es agotadora,
la expongo a un día claro de primavera:
un naufragio en el mar interior,
una muerte inesperada se pasea por mi mente.
Sonrisas cotidianas al filo de ecuaciones,
voluntades débiles, flancos desprotegidos,
anuencia en la suerte, oficio de débiles,
un vestido y una voz limpia que desbroza el aire.
Levanto la vista una vez más, un instante más,
convencido de la hermosura de cuanto me rodea,
persuadido de la estética extraída de la avaricia
de cuantos deforman, alteran, arruinan, desbaratan.
Una voz suave, dulce, un ukelele, inesperada
belleza sensual, bienestar feliz entre mis hijos,
deleite de los sentidos, imágenes de dicha:
un alto azul de maravilloso contraste fotográfico.

