Poema 588: Roscones

Roscones

Huele a masa de pan fermentando,

al horno que nos proporciona esa maravilla,

recetas ancestrales de trigos varios, de levaduras,

de mezclas patrimonio de la humanidad.

Las pilas de roscones artesanos son un espectáculo,

también el proceso para conseguirlos es prolijo:

Zahara distribuye con esmero según su cuaderno,

siempre amable, tranquila, armoniosa.

Amasen tiene clientes fieles de toda la ciudad,

gourmets del pan, eruditos del tritordeum,

del centeno, de la espelta, del trigo duro,

también vecinos asiduos que perciben la calidez.

Decenas de roscones se ramifican por los hogares,

sabor, familia, amistad, festejo,

compartir e intercambiar ideas y opiniones,

una terapia que siempre funcionó por estos lares.

El tesoro en mis manos es mullido y colorido,

me entra hambre y dan ganas de romper el círculo

antes del tiempo establecido, de los ritos,

de los regalos, del milagroso fin de fiesta oferente.