Siglo XXI
El escáner vomita cuerpos desnudos,
mi llave rota del buzón parece un patito feo
me doblo y doblo, me repliego
toda la prensa coincide en la pista islamista.
Banalidad de conversaciones adolescentes,
errores, una raíz de mandrágora o un cabo,
la vida secreta de tus pensamientos, conciencia
transmisión motriz de una enorme cadena.
Limpias y limpias y educas, a veces escribes,
nunca nada es tal y como imaginas,
el poema forja muchas realidades,
oscuros presentimientos destructivos.
En el nervio óptico las sirenas inyectan deseo
nadie ríe en el palacio de verano,
urracas y palomos colonizan el viento,
la sangre siempre es diferente de la tuya.
Esperas y observas, una luz te espabila,
luz inusual, mar, viento fresco, una idea
quizás te encapsule durante eones,
lo suficiente para ignorar a tus congéneres.
El vuelo fue limpio y geodésico
allí eres un trozo de carne inquieta,
exploras sin apenas moverte,
solo el tacto de otra piel te eleva.
El escáner predice tus pensamientos,
te predestina o te ignora,
bendice tus moléculas, aire,
tierra, agua, fuego ocasional.
