
Septiembre, despunta el día
Un amanecer entre coches, luz:
se abre paso entre las tinieblas
horizonte, cerro testigo, frenos rojos,
aún la música de los Proms veraniega
en la emisora clásica,
rostros recién aclarados en vehículos rivales
la ebullición de la aurora en la mente
y la visualización de las tareas diarias.
El trazado visual del GPS en modo nocturno
de aquel pueblo intermedio lagunar
evocaba una tela de araña expansiva
que tenía atrapados dentro a sus habitantes.
Dos corzos cotidianos saltan delante
¿qué probabilidad hay de que los atropelle?
¿Cuántos albores aún contemplaré?
He sonreído tras el trampantojo de la belleza,
tristes miradas alienadas,
el espectáculo de los pájaros
tendidos en los cables, ateridos o expectantes.
