
Antropología de madurez
Descubro pequeños gestos de insumisión
como consecuencia de gestos ancestrales;
festividades veraniegas
como contrapunto rebelde a la cooperación
y sometimiento leve a las órdenes de un jefe.
Leer hace reflexionar, también la escucha activa
la consciencia de la invasión en la vida ajena
o la incoherencia necesaria en la vitalidad,
en el deseo o en las perspectivas de otro futuro:
inversiones inseguras y tal vez aleatorias,
extremos teóricamente innecesarios
y sin embargo capaces de mantener iluminada
la esfera subconsciente, los circuitos afectivos,
esos hilos de apariencia superflua que todo conectan.
El excedente de tiempo lento cual cocción a la lumbre
eleva el nivel de ideas y pensamientos,
excede las rutas cotidianas de sencillas rutinas mentales
arriesga e ilumina, ordena y aconseja,
permite una visión cenital del entorno reducido
en el que está el espacio-tiempo en el que te mueves
y todo lo que en él entra, sale y se afana,
salvo tú mismo, que te debates entre necesidad y contingencia.
La creatividad humana deja manchas de colores potenciales
en cada individuo, en cada colectividad,
contrapone y define, aísla y condiciona, genera identidad
al tiempo que comparte, relaciona e integra saberes
con resultado opuesto a la idiosincrasia intuitiva inicial.
El conocimiento no exime de la tristeza vital.
