Krems

Con toda la resonancia de calles medievales,

en medio de viñedos y bodegas centenarias,

una cúpula recibe al viajero con el calor

sobrepasado del estío presente.

Se hace patente el diseño geométrico reglado 

en la Galería Estatal de la Baja Austria,

mientras agotados buscamos un refugio del sol.

La Venus de Willendorf nos entretuvo un instante,

en el camino desde Melk,

sudor y resistencia y a veces silencio.

El estuco renovado de la calle principal

traslada una idea de imperio barroco,

al igual que la cúpulas verde-oxidadas del campanile.

El rio Danubio nos ha traído hasta aquí 

bajo los albaricoqueros anaranjados por el fruto en sazón.

Los vinos blancos se suceden en el calor de la tarde,

sobre las bodegas antiquísimas llenas de barriles.

Solo una piscina nos ha salvado la tarde,

llenándonos de risa y de coreografías

a la espera de una tormenta que apenas llegó .

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