Recuerdos otoñales
En la luz decreciente de la tarde
veo danzar el fuego;
un encapuchado perpetra su modus vivendi,
otro parece huir del frío castellano.
Protestas y manifestaciones históricas,
miedo y ofuscación,
la retórica política es desoladora,
no así los futuros cíclicos de esperanza.
Estoy rodeado de objetos cuyo significado
son la memoria de mi vida,
un búho francés, una piedra volcánica insular,
aquella caja hecha a mano en la Praga comunista.
Están los libros que leía con avidez en mi juventud,
trofeos, la máquina de escribir,
cuadernos escolares que apenas recuerdo,
un cajón que atesora minúsculos tesoros.
Este espacio, esta silla, esta mesa,
me anclan a un pasado de formación y dudas,
a la inocencia que quizás ya he perdido,
al tiempo de los graves estudios y el deporte.
Es mi otoño, las hojas de múltiples colores,
el viento frío y la condena del frío a borbotones,
con horas soleadas y heladas nocturnas,
el tiempo maduro de tanta belleza.
